Durante la primera quincena de abril de 2025, México vio un incremento inesperado en la inflación anual, alcanzando un 3.96%. Este aumento superó las previsiones del mercado, que esperaban un crecimiento de aproximadamente el 3.85%. A pesar de dicha aceleración, el índice se mantuvo dentro del margen fijado por el Banco de México (Banxico), cuya meta es una inflación del 3%, con una tolerancia de un punto porcentual hacia arriba o abajo.
La inflación subyacente, que excluye los precios de los productos más volátiles como alimentos y combustibles, también mostró un ligero aumento al pasar de un 3.72% en marzo a un 3.90% en la primera mitad de abril. Esta cifra refleja una presión sobre los precios que podría influir en las decisiones futuras de política monetaria del banco central. En ese sentido, el aumento de la inflación es un tema de interés crucial para Banxico, ya que incide directamente en las tasas de interés y en las expectativas económicas para los próximos meses.
Es importante destacar que, recientemente, el Banco de México ha implementado una estrategia de suavización monetaria, disminuyendo las tasas de interés en repetidas ocasiones. En especial, se efectuaron dos reducciones consecutivas de 50 puntos base, con el propósito de impulsar el crecimiento económico ante los retos que enfrenta el país, como el enfriamiento de la economía mundial y las tensiones comerciales. No obstante, este proceso de disminución de tasas está siendo analizado, ya que los últimos incrementos en la inflación podrían llevar a las autoridades a reconsiderar su postura respecto a los costos de los créditos.
Por otro lado, el panorama económico de México sigue siendo incierto. Diversos factores internacionales y nacionales influyen en el comportamiento de la economía, como los ajustes en la política fiscal y las modificaciones en los acuerdos comerciales internacionales. En particular, las relaciones comerciales con los Estados Unidos siguen siendo un elemento clave para el crecimiento económico de México. Aunque las medidas arancelarias impuestas por la administración estadounidense no han afectado de manera significativa las exportaciones mexicanas, sectores como el automotriz y el metalúrgico siguen enfrentando desafíos debido a los aranceles específicos.
En relación con esto, especialistas en economía indican que, aunque las proyecciones de crecimiento para 2025 han disminuido, el país continúa mostrando resistencia en algunos sectores. No obstante, la ralentización internacional y los cambios en el mercado interno son amenazas que podrían influir negativamente en la recuperación económica en el futuro cercano y a mediano plazo.
En relación con las expectativas de inflación, los expertos sostienen sus estimaciones para el final del año 2025 alrededor del 3.78%, un poco por debajo del objetivo de Banxico. Esta proyección demuestra la expectativa de que la inflación se estabilizará a medida que las políticas monetarias y fiscales sigan su camino. A pesar de la incertidumbre, la mayoría de los expertos cree que México podrá conservar una inflación comparativamente baja en los próximos años, aunque no logrará el objetivo del 3% en el corto plazo.
Así, las autoridades económicas se encuentran ante un panorama mixto, donde la inflación está siendo controlada, pero persisten factores que podrían generar presiones adicionales en el futuro cercano. Sin duda, las decisiones que tome el Banco de México en su próxima reunión de política monetaria, programada para el mes de mayo, serán clave para determinar la dirección económica del país en los próximos meses.